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Educación
centes a una causa tan noble como lo es la contribución para ha-
cer mejores chilenos, a jóvenes que la vida no les está otorgando
todas las herramientas que necesitan para serlo realmente, pese
a sus capacidades.
¿Cuál es la concepción educacional que posee la Fundación?
El modelo educativo de la Fundación Almirante Carlos Condell se
autodefine como de vocación preferentemente marítima. Lo que
implica que, sin descuidar los aspectos curriculares propios de
cada nivel educativo, busca incorporar en ellos una dimensión di-
ferenciadora que ponga de relieve la condición marítima de nues-
tro país y las posibilidades que de ello se derivan. Sea para generar
conciencia de la citada realidad como parte de la formación del “ser
ciudadano” que entregamos a nuestros alumnos, como para pro-
veerles un conocimiento especializado que les permita desenvol-
verse profesionalmente, con propiedad y proyección en ese ámbito.
Asimismo, al definirse como de connotación valórica, el modelo
educacional fundacional reconoce su compromiso con una res-
ponsabilidad formativa, que hace consecuencia con la perspecti-
va integral de la persona.
En síntesis y sin restar mérito a otras alternativas, la nuestra, por
los fines que persigue, es conceptualmente y en su sentido más
amplio, una “educación para la vida”.
Es así que en su dimensión cognitiva, el esfuerzo está orientado al
desarrollo del intelecto, la adquisición de conocimientos y la trans-
formación de estos en habilidades y destrezas útiles y efectivas. En
tanto que en su dimensión valórica, esencialmente a la formación
de la personalidad y del carácter; y en ello, al desarrollo de hábitos
y costumbres que permitan al individuo hacerse cargo, en buena
forma, de los diferentes roles que en su condición de persona y
ciudadano, deberá asumir.
¿Qué entiende Ud. por calidad educacional y que estrategia ha
implementado la Fundación para llevarla a cabo?
Entendido que en el ámbito de la discusión académica el asunto
aún no termina de decantar, su abordaje, en mi opinión, se refie-
re a dos preguntas esenciales: ¿Qué es educación de calidad? y
10 Revista ARMASUR 2014
¿Cómo darla para todos? La primera nos remite a la esfera de
lo político-social, pues nos obliga a una definición del “para qué
educamos”, dentro de un contexto que contiene, pero que a su
vez precede, a la educación como bien social.
En ello, educación de calidad sería el proceso que, a través del co-
nocimiento, permite al ser humano evolucionar con éxito desde una
condición humana primigenia y básica, a un estado más depurado
del ser, esto es como persona humana; para a partir de allí y re-
conociendo la necesidad de un entorno para realizarse como tal,
permitirle asumir en plenitud su condición de ciudadano.
Condición esta última que, junto con darle un contenido formal
a la dimensión social del ser persona, le hace parte de un todo
organizado al que adhiere, en la convicción de que representa un
justo equilibrio entre, cuanto la persona se debe al sistema social
y político que le cobija, y cuánto este último se debe a ella.
En este contexto, educación de calidad sería aquella que ocupán-
dose de la persona y del ciudadano, a la par, le enseña a adquirir
los conocimientos, valores, hábitos y costumbres que harán po-
sible la plena realización de su existencia en el entorno en que,
desde su perspectiva más amplia, ésta se inserta. La segunda
pregunta, por su parte, nos lleva a la realidad del educando, en
cuanto a sujeto primario y multiplicador del beneficio de la edu-
cación y a la aptitud del sistema educativo para proveérsela, en
un esquema acotado de recursos. En ello educación de calidad
sería aquella que a la vista del “para qué educamos”, y dada la
realidad individual y colectiva de los educandos, en nuestro caso
mayoritariamente vulnerables, entiende y atiende con claridad “el
qué, cuánto y cómo enseñamos y el qué, cómo y cuánto aprenden
nuestros alumnos” a fin de lograrlo. Soportando el proceso edu-
cativo en un sistema y una gestión ajustado a ese propósito y sin
discriminación de ninguna especie.
Por último y en cuanto a estrategias de mejoramiento de la calidad,
si bien adherimos a los postulados del SACGE (Sistema de Asegura-
miento de la Calidad y Gestión Educacional), como guía para mejorar
la calidad del sistema y su gestión; como así también a las pruebas
SIMCE, como guía para la puesta a punto de la dimensión cogniti-
va del esfuerzo educacional; no agotamos en ellos nuestro esfuerzo
por mejorar nuestros procesos educativos.